Seguramente más de una vez nos hemos preguntado cómo hacer que el proceso de la lectoescritura, el cual es tan abstracto, pudiera ser comprensible y sencillo para el niño.
Como si fuera un pintor que comienza a trabajar con los colores básicos antes de mezclarlos para crear tonos más complejos.
De la misma manera, en la enseñanza de la lectoescritura, se comienza con las letras mayúsculas para ayudar a los niños a desarrollar una buena caligrafía y comprensión visual antes de pasar a las minúsculas. Podríamos imaginar que este proceso es como construir una casa, primero se colocan las piedras fundamentales antes de construir las paredes y el techo.
Respetar el desarrollo del niño es muy importante, brindándole lo que necesita según su etapa evolutiva y evitando enfocarse solamente en los resultados académicos, siendo más valioso el proceso de aprendizaje donde se fomenta el interés, la creatividad, la imaginación y la vivencia como herramienta para el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño. Lo cual permite que los niños aprendan de manera significativa.
Imagínense que el camino hacia la lectoescritura, se iniciara con la introducción de cada una de las letras, las cuales llegarán con una hermosa historia, con una letra escondida que los niños irán descubriendo durante todo el bloque principal; el cual será trabajado por cuatro semanas, los cinco días de la semana acompañados de solamente las letras, para que luego de un mes, este bloque se tome un descanso y retorne, tal vez con mayor claridad y comprensión en cada uno de los niños.
Todo este paso viene acompañado como si fuera magia, dándole su tiempo a cada una de las letras. Las vocales se presentan antes, llegado de una forma que será muy difícil de olvidar.
Es el maestro, quien transforma estos conocimientos abstractos y los hace más cercanos y vivenciales, con bellas historias y hermosos dibujos, que dejarán una huella importante en el pequeño.
Esta, es una forma de volcar los conocimientos a los niños, lo que hace la gran diferencia en el proceso de aprendizaje para que se vaya cultivando el asombro, descubrimiento, interés y alegría por parte del niño.

